viernes, 18 de enero de 2013

Joel Sánchez, una carrera de grandes actuaciones y golpes dolorosos

El jugador, que tuvo un ascenso veloz en el fútbol peruano, hoy está en la mirada pública por un control antidopaje positivo en partido ante Bolivia por Eliminatorias.

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ÁNGEL HUGO PILARES (@angelhugo)
Redacción online EL COMERCIO

Desde que irrumpió en primera división con el entonces ascendido Total Chalaco, la carrera de Joel Sánchez parecía destinada a ser la de un jugador en ascenso. Sin embargo, a lo largo de los años, el jugador que hoy ha admitido un control antidopaje positivo por consumo de metilhexanamina ha tenido que afrontar circunstancias adversas que se han intercalado con sus mejores actuaciones.

Ocurrió en sus inicios en la primera división, cuando Joel Sánchez era un joven de 19 años cuyas actuaciones le valieron ser convocado a la selección Sub 20 que disputó el Sudamericano de Venezuela y ser contratado por Alianza Lima. En su primera experiencia en un equipo grande, el jugador hizo una Copa Libertadores 2010 destacable en la que fue una de las manijas de un equipo que venció a Estudiantes de La Plata en Matute por 4-1.

Ese año Joel Sánchez, el chico revelación, se ganó a la popular con sus modales de arequipeño modesto y su sencillez a prueba de balas. Hasta que la situación se quebró: el entonces ‘Cuy mágico’ decidió que no quería continuar en Matute: Universidad San Martín ya lo había sondeado y el jugador anunció que no quería renovar el contrato que lo unía a Alianza hasta finales del 2011. La entonces directiva de Guillermo Alarcón lo vio mal, presumiblemente porque lo que ellos necesitaban era el dinero contante y sonante de una transferencia en lugar de que el jugador se vaya sin dejar un sol a un equipo que andaba alimentando una serie de deudas exageradas.

Entonces lo congelaron. No lo dejaron ir a la pretemporada en Argentina y fue enviado al equipo de reservas el 14 de enero. Seis días después, presentó una carta en la que se daba por despedido argumentando la “hostilización” de parte de los directivos íntimos.

Poco después Joel Sánchez fue operado de la rodilla. Se recuperó y un miércoles de marzo de ese año, Joel Sánchez entrenó con San Martín para luego ser presentado como flamante refuerzo del equipo, pese a que la directiva blanquiazul había asegurado que le haría cumplir su contrato a como dé lugar. Un mes después debutó por los santos.

Sin embargo, entre operaciones y demás, su 2011 no fue tan espectacular como el año anterior. San Martín apenas pudo agarrar un cupo para la Copa Sudamericana 2012 donde el cuadro santo quedó eliminado en la primera fase.

El año que no había empezado tan bien empezó a arreglarse cuandoSergio Markarián se fijó en él en setiembre. Lo quería para enfrentar a Bolivia en La Paz, en un choque clave donde solo pensaba utilizar jugadores que tuvieran un buen rendimiento en altura. Fue tan bueno su desempeño durante el microciclo en Cusco que hasta el preparador físico de la selección, Gonzalo Barreiro, se deshizo en elogios para el jugador: “Joel Sánchez tuvo un rendimiento fantástico, yo quedé más que sorprendido. Es uno de los jugadores que nos dejó con la boca abierta y tuvo un rendimiento excepcional”, dijo aquella vez.

Para ese entonces Joel Sánchez ya estaba tratándose con un nutricionista personal, además de hacer rutinas físicas exigentes para mejorar su estado físico y seguir respondiendo en la cancha como lo hacía hasta entonces.Se fue a La Paz. Jugó un partido aceptable y fue a pasar su control antidopaje sin saber que el siguiente capítulo de su historia ascendente sería cuesta abajo.

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