jueves, 21 de junio de 2012

El miedo a perder del campeón

bosque

"Quince selecciones van a fracasar y solo una a triunfar". Lo sabe Vicente Del Bosque y el seleccionador convive con ello. Recibiendo la crítica, analizándola y respondiendo sin levantar la voz. España sintió ante Croacia el miedo a perder del campeón. Una sensación que no es nueva para la 'generación de oro' en el camino hacia el éxito.


Las apariciones de San Iker Casillas se han repetido en las grandes citas. El sufrimiento también. Muchos olvidan como se conquistó la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010. La fase de grupos en la gran cita de Polonia y Ucrania ha desatado la crítica a los sistemas de Del Bosque, el debate futbolístico, y genera sorpresa en el seno de la selección española que no olvida lo sufrido para saborear el éxito.


En el inicio de la conquista de la Eurocopa hace cuatro años, David Villa sacó del apuro a España ante Suecia. En los cuartos de final se sufrió ante Italia el día que se derrumbaron muros psicológicos en una tanda de penaltis que guiaron a la gloria como pudieron hacerlo al fracaso si no es por las dos intervenciones de Casillas.
En Sudáfrica, en el Mundial, el mal inicio ante Suiza llenó de tensión los dos partidos de la fase de grupos. Se fueron los nervios ante Honduras pero con Chile fue de nuevo Villa el que salió al rescate en uno de esos días en los que a España le costó encontrar su fútbol. Todos los internacionales españoles recuerdan la previa ante los chilenos como la mayor prueba psicológica. Sintiendo el fracaso a la vuelta de la esquina.


Desde ese momento los partidos fueron igualados, todos ganados por la 'Roja' con el mismo marcador, 1-0. En octavos con Portugal, sin encontrar el camino del gol hasta la entrada de Fernando Llorente y el tanto de Villa. El mismo goleador que eliminó a Paraguay en otro momento de indecisión, tras un penalti salvado por Casillas. El testarazo de Carles Puyol en semifinales frente a Alemania. Y el gol para la historia en el minuto 116, cuando se cerraba la prórroga de la final, ante Holanda de Andrés Iniesta.


Son capítulos de la historia más brillante de la selección española en la conquista de Europa primero y del mundo después. Repletos de sufrimiento. No generaban tanta crítica como ocurre en la actualidad. El nivel de exigencia ha subido.


Se desató por un pulso igualado con Italia, una campeona del mundo que siempre sabe competir. Y ante Croacia, España acabó acusando saltar al campo con la seguridad de que el empate valía. Podía especular y a punto estuvo de costarle caro. Dominó sin profundidad. Por segundos reaparecieron los miedos.


Los internacionales españoles están estrenando en la Eurocopa 2012 un nuevo rol. Son el gran favorito. Señalados por todos. Nadie ha conquistado la triple corona. La tarea no es sencilla. Menos aún si aumenta la presión y no se sabe convivir con la presión de estar obligado a ganar. Ahora se le suma jugar bien al fútbol. Es lo que sienten los jugadores que confían en repetir experiencias, haberse liberado de un plumazo la tensión y desatar su verdadera identidad.


En cuartos espera Francia, el rival que menos deseaban, y en semifinales la Portugal de Cristiano Ronaldo. "Haga lo que haga me van a criticar", dice a Efe Del Bosque. En ese clima llega la hora de la verdad. "Solo la victoria traslada cosas positivas. Perdiendo también trasladaríamos cosas positivas a nuestra juventud. No todo es malo en la derrota". Psicológicamente España no está preparada para frenar su etapa gloriosa.

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