La pesista chilena María Fernanda Valdés generó polémica en los Juegos Olímpicos al romper en llanto luego de ser recriminada por el mal rendimiento que tuvo en la justa.
La deportista no cumplió con las expectativas y recriminada por el entrenador Raúl Gutiérrez y el presidente de la federación chilena de halterofilia, Cristian Harthey.
Al término de la primera presentación, el técnico y el dirigente recriminaron a Valdés por sus bajos números. Luego los mismos señalaron que quisieron retar a la atleta que estaba muy por debajo de su nivel.
"Cuando te das cuenta que un deportista está haciendo las cosas mal le debes llamar la atención como lo harías con tu hijo cuando hace algo que no corresponde, yo a ella le llamé la atención. Viene a unos Juegos Olímpicos y no responde, torneo grande que tiene, afloja, le da miedo y no compite como corresponde", declaró Harthey.
El técnico opinó lo mismo: "Fue un llamado de atención para que reaccionara, porque estaba compitiendo y la veíamos muy quedada, se le retó, y se le dijo que el esfuerzo que se había hecho era para lucirse, no para llegar y hacer un papelón, eso se habló y de hecho reaccionó".
Los especialistas de halterofilia en Chile señalaron que hablarán con la atleta para limar asperezas y así trabajar con miras a Río 2016.
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